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miércoles, 30 de diciembre de 2009

La Poética de Montesinos - Casi prólogo de "Selva Incinerada.."2008 - Gustavo Rivero

"Aquí pasaba a pie

Por estas calles

Sin empleo ni puesto

Y sin un peso

Solo poetas, putas y picados

Conocieron sus versos

Nunca estuvo en el extranjero

Estuvo preso (...)

No tiene ningún monumento

Pero recordadle (...)

Porque el purificó en sus poemas

El lenguaje de su pueblo"

(Epitafio para Joaquin Pasos, E. Cardenal)

"Cada vez que la cuestión de la lengua aflora de una u otra forma, significa que se están planteando otras preguntas: la formación y crecimiento de una clase dirigente, la reorganización de una hegemonía cultural, la necesidad de establecer una relación más estrecha entre los intelectuales y las masas" (A. Gramsci)

MÍNIMA REFLECCIÓN PREVIA

Los poemas que componen esta "Selva Incinerada" (1) no son sino una selección de una obra mayor titulada "Poética insurgente" que Montesinos presentó al concurso municipal de poesía de la ciudad de Santa Cruz el año 2007. La "Poética ..." no mereció ni siquiera una mención honrosa de parte del jurado. En las breves líneas que siguen trataré de bosquejar las coordenadas esenciales para poder ubicar a la "Poética ..." en el escenario de la poesía cruceña contemporánea. Para ello será preciso movilizar algunos conceptos elementales que enumero a continuación a tiempo de precisar sus contenidos.

Para empezar, diremos que es necesario circunscribir con precisión eso que llamaré cambismo poético (2). Entendemos por cambismo poético un cierto estilo de poesía cruceña que se caracteriza por la explotación sistemática del vocabulario camba (3). El cambismo poético tiene, pues, en el lenguaje de los cambas, uno de sus soportes estéticos fundamentales. En cuanto al significado de la palabra camba, aquí le daremos el que ostentó de manera dominante en la Santa Cruz del siglo XIX y buena parte del siglo XX, pero dejando de lado la valencia semántica negativa que entonces la acompañaba inevitablemente. Camba querrá decir aquí, por tanto: indígena del oriente boliviano, de la nación que sea.

Tenemos entonces, que el cambismo poético utiliza de manera deliberada y sistemática, palabras y expresiones tomadas del vocabulario guaraní, chiquitano o mojeño, para no nombrar sino tres de las lenguas americanas precolombinas del actual oriente boliviano que más influencia han tendido sobre el habla y la escritura de los cruceños.

El cambismo poético así definido, no debe ser confundido por tanto, con eso que se ha denominado poesía "costumbrista" o "vernácula". En todo caso, la llamada poesía "costumbrista" cruceña no es sino, y no siempre, más que una variedad del cambismo poético.

El cambismo poético ha atravesado por dos grandes momentos.

Una primer etapa, que se inicia con fuerza en 1900 y se extiende hasta mediados de la década del treinta (4). En esta fase el uso del vocabulario camba en poesía se limita al cuarteto o sexteto octosilabo rimado y solo se la utiliza exclusivamente en una perspectiva humorística y para tratar temas con contenido rural. Es pues, el período marcadamente "costumbrista" del cambismo poético y tiene al "Paquito de la salves" como su mayor exponente.

Pero a mediados de la década del treinta, el vocabulario camba es incorporado como recurso estético en poesía seria y para tratar temáticas diversas, además de ser incorporado al verso libre arrimado. Será, fundamentalmente, en la obra de Otero que este neo cambismo o si se quiere, cambismo vanguardista empiece a abrirse paso de manera fecunda. Además, en Otero, y a diferencia de Montero, no es solo la sustancia de la expresión del camba lo que se incorpora. Junto a la palabra, Otero pone la historia del camba.

El cambismo poético no puede ser reducido, como se ve, al "costumbrismo". Pero tampoco ha de ser confundido con un barbarismo cualquiera, ya que el lenguaje cruceño a hecho muy suyo no pocos rasgos del vocabulario y fonética cambas. Tampoco ha de ser reducido a simple coloquialismo puesto que existe un cambismo poético culterano que hecha mano de palabras cambas que no aparecerían ni por asomo en el lenguaje coloquial.

Pero hay más. Como vimos, el cambismo poético puede presentarse en métricas y temáticas diversas. Así mismo, el cambismo poético puede presentarse en dos modalidades que denominaré cambismo poético democrático y cambismo poético antidemocrático. En el último caso, si se recurre a las expresiones cambas, es con la clara intención de oponerlas en primer lugar y de un modo excluyente a la cultura colla, entendiendo lo colla en el sentido dominante que tiene actualmente en Santa Cruz: sujeto, de la clase que sea, del occidente de Bolivia.

Así, por ejemplo, en "Mientras tanto" de Germán Coimbra, lo colla adquiere un estatus negativo y cuando se lo evoca es solo para ser ridiculizado . En oposición a esta tendencia, el cambismo poético democrático, aunque nutriéndose de la cultura camba y, ciertamente, reivindicándola , no excluye o margina lo colla. Antes bien, y en algunos casos notables, lo camba y lo colla coexisten en un mismo registro, comparten un mismo estatus, en lugar de excluirse o rechazarse. Eso es lo que sucede, por ejemplo, en "América", donde Otero señala otra ruta posible de relacionamiento entre lo colla y lo camba en la poesía.

Dicho esto, y antes de un primer abordaje veloz a la "Poética ...", el único que nos permite el breve espacio de que aquí disponemos, será pertinente aclarar que es lo que entendemos por herrerismo. Llamo herrerismo, en alusión a Vicente Herrera (5) por supuesto, a la manifestación propiamente cruceña de un cierto estilo de poesía, que puede ser entendida como una variedad del coloquialismo, que explota como recurso estético el habla más vulgar y soez de nuestra vida diaria. Frente a un coloquialismo "bien", educado y "decente", el herrerismo explora sin pudor las posibilidades poéticas de nuestra vulgaridad cotidiana.

Y ahora sí ya podremos acercarnos y decir algo de la "Poética ..." de Montesinos.

"POÉTICA ..." NEO CAMBISTA

¿Cuál es la coyuntura poética en la que aparece el poemario de Montesinos? Si nos limitamos a los poemarios publicados en Santa Cruz por escritores noveles en años recientes, esta coyuntura está circunscrita por libros de poesía como "Entre flores muertas de frío" (Marcelo Castro 2006), "Fábulas de una caída" (Emma Villazon 2007), "Sobrevuelo en la ciudad de los anillos" (Oscar Gutierrez 2007), "De sábanas y otras decepciones" (Edson Hurtado 2007) o "Los hijos de la perrada" (Víctor Paz 2008). La lista no es en lo absoluto exhaustiva por supuesto, pero sí es representativa de los rumbos que la joven poesía cruceña está recorriendo en estos tiempos.

Digamos de entrada que todos estos libros, "Poética ..." incluido, comparten, pese, claro, a numerosas y sustanciales diferencias estéticas, el mismo territorio del verso libre arrimado. En este sentido, podemos decir que todos estos poemarios están en el mismo equipo (6). De todos modos, en "Poética ..." logró infiltrase esta figura rimada:

"soy un viejo bastón,

en tu balcón,

en tu horcón,

en tu rincón" (Utopía 25).

En cualquier caso, si situamos a los textos considerados en la disyuntiva cambismo poético vs otros estilos, el escenario se modifica considerablemente. Los únicos poemarios cambistas, son, en efecto, "Sobrevuelo ..." y "Poética ...". Es muy significativo, para la historia del cambismo poético cruceño, el que el 2007 se hayan presentau al municipal de poesía dos obras con evidentes intenciones cambistas, y que haya sido una de ellas la que haya resultado ganadora. Es cierto: habría que hacer un sobrevuelo a la poética y habría que reparar en la poética del sobrevuelo. Hay, sin duda, coincidencias notables entre ambas obras, desde el momento en que ambas, me parece, parecen haberse planteado claramente el mismo programa de reactualización del cambismo oteriano, buscando en la historia y en el vocabulario cambas uno de sus apoyos esenciales.

He dicho uno de sus poyos, y es que no es de ninguna manera el cambismo el único recurso estético en que estas obras se apoyan. No todos los poemas de "Poética ..." y menos aún , en "Sobrevuelo ..." son poemas propiamente cambistas. Pero en ambos casos, y en claro contraste con la mayoría de los poemarios recientemente publicados, se hace evidente que el cambismo es para ellos un territorio deseable. Si consideramos ambas obras desde el punto de vista exclusivo del recurso al cambismo poético oteriano, es "Poética ..." sin duda quien explora de modo más fértil, profundo y sistemático estos recursos. "Poética ..." abre, inaugura, un nuevo momento de la historia del cambismo poético cruceño. Lo que equivale a decir que "Poética ..." es una de esas obras claves que nos invita a re pensar y re descubrir nuestra tradición poética y nuestra propia historia y, de este modo, nos traza una vía posible y necesaria para proyectar hacia delante una cultura cruceña renovada.

Se trata de un cambismo de vanguardia, serio, erótico, dramático, antes que cómico (aunque no falten poemas cómicos y el irreverente buen humor en la "Poética..."). La palabra guaraní o chiquitana o mojeña, propia del habla coloquial cruceña así como de la poesía y la historia local, es re incorporada al poemario cruceño de manera nueva y fecunda.

"Luego desparramaré sobre tus colinas pulcras

el jenecherú con mi boca de elefante" (Amor de vaivenes)

En ese universalizar la palabra camba, en ese proyectar las voces locales en la lengua del mundo, en ese incorporar nuestra voz, historia y geografía en la voz, historia y geografía universales que Otero inaugura, la poesía de Montesinos se siente a sus anchas, se pasea como en casa, pero descubriendo nuevas sendas y rincones.

"yo quiero el Everest convertirse en tutuma" (Revolución)

"Porque yo soy Zoroastro

Como el astro que el cutuchi absorbe" (Utopía 11)

"Con mi pluma de león enloquecido

Cual Fideas al mojón enamorado" (Utopía 9)

"Anochece, montaña azucarada

Cañoto, Bolivar, San Martín, O¨Higgins, Cuimbae

Y mi abuela Juana

Quieren verte derramar tus hijos por tus cataratas" (La montaña cabalgada)

Así pues, Zoroastro y el cutuchi, Fideas y el mojón con cara, Bolivar y Cuimbae, el unicornio y el sucumbé, todos fluyen y confluyen en la "Poética..." de Montesinos. Y hasta para solicitar un beso a la amada, surgirán como si nada palabras como "chiriguano", "Ganímides", "newtoniano", etc..

El cambismo de Montesinos es, con todo, tan democrático como el de Otero, y no hay en él ni rastro de anti collismo. Al igual que en "América", la cultura andina es abrazada junto con la totalidad de la cultura universal.

"Dame un beso isleño

yo te daré otro: babilónico, incaico, mojeño" (Dame un beso)

"Seca mis lágrimas puras de niño extraviado

con la pura querencia de la Pachamama" (Utopía 16)

"Añoramos al Creador, al Padre Celestial, al arquitecto del Universo

o simplemente a Jehová, a Tunupa, Wiracocha

o a Tumpaetevae (...)" (Utopía 3, Dulce niña mía)

"Renacerán mis raíces en el precámbrico oriental

Y surgirá un tamarindo descomunal

Para dar sombra sabrosa en el Illimani occidental" (31)

Por lo demás, el cambismo democrático de la "Poética..." no se reduce a un inventario enciclopédico. Montesinos ha tenido la sensibilidad necesaria para decir su horror y su dolor por uno de los pasajes más siniestros de la historia contemporánea:

"Tirada como basura

Aplastada por las pisadas de los jabalíes;

Ahí está la flor del pachío" (Irak)

Pero hay más todavía, porque la veta democrática de la "Poética..." se asienta conscientemente en la propia tradición oriental, teniendo la sutileza y cultura suficiente como para invocar a un nombre tan clave e imprescindible como ignorado por la historiografía oficial:

"Soy el Tumpa Guayocho" (Utopía 11)

El Tumpa guaraní y el Guayocho itonama unidos para siempre en ese oteriano "soy" que Montesinos ha sabido hacer suyo. "Poética ...", cosa verdaderamente notable, hunde sus raíces en un espacio que supo encontrar más allá de la historiografía oficial, sus lugares comunes y sus mentiras institucionalizadas.

"POÉTICA ..." NEO HERRERISTA

En cuanto al coloquialismo contenido en la "Poética...", junto al sonoro "vos", las contracciones cotidianas ( "pa rriba", etc), y otros elementos mas o menos institucionalizados en estos casos, Montesinos es probablemente quien más a apostau por el lenguaje callejero. Nuestro poeta no se ha conformau con el coloquialismo "bien"; ha escarbau en lo más vulgar y soez de nuestro vocabulario cotidiano, a echau mano de nuestro pornográfico lenguaje de la infancia, de los juegos callejeros, etc., y los ha convertido en materia poética.

"Pero estas dos fuerzas animalescas que presupongo, o sea mi pichi y tu cocho, son enemigos, solo quieren guerra" (Utopía 3)

"Culeo a diestra y siniestra" (Utopía 11, especie de paráfrasis mundana de "Canto al hombre de la selva")

"Mi paloma es de duro cuchi torcido

con cabeza de roja pasión" (idem)

Palabras que son consentidas en versos solamente si se trata de livianos bandos carnavaleros, son retomadas en "Poética ..." y tratadas con la dignidad que no encontraran, probablemente, en ningún otro poemario cruceño contemporáneo.

EN FIN

Lo poco que he dicho de "Poética ..." se a echo ya demasiado para el espacio que disponemos. Concluiré este acercamiento de manera sincera y lapidaria: "Poética ..." es de entre los poemarios cruceños contemporáneos quien parece tener más clara conciencia del terreno en el que ha de intervenir, quien mejor ha sabido retomar el pulso de una tradición ya subterránea y velada para la gran mayoría, quien mejor ha sabido volver a ella para re actualizarla de manera bastante fresca y seductora. Tanto por la audacia de sus figuras, por la fuerza de sus imágenes como por la profundidad y seriedad de su búsqueda, así como por la sensibilidad que ha tenido para mirar más allá del horizonte limitado de tanto verso egoista, se trata de una de las más vitales renovaciónes de la poesía cruceña. No creo exagerar. Sé que se podrá encontrar en otro libro versos más destilados o controlados, o si se quiere, "mejor escritos". Pero la literatura, mal que le pese a tanto tecnócrata al uso, no se limitó nunca a una cuestión de "escribir bien". En cualquier caso, difícilmente se encontrará en estos tiempos y en Santa Cruz, un poemario tan audaz, temerario y tan luminoso como "Poética ...". Que sirva esta "selva incinerada" para que algo de esa luz nos ilumine.

* Gustavo Rivero Céspedes, Santa Cruz, la vieja y la nueva (a la manera de Cortés), julio, año 8

NOTAS

(1) Así debió titularse la pequeña antología que Montesinos pensaba publicar a finales de 2008. Fue para este proyecto (ahora postergado indefinidamente) que el autor me honró al solicitarme un prólogo.

(2) A la manera de mi maestro Eco, diré que espero que este término sea traducido al alemán para que alguien en este nuestro pueblo se lo tome en serio.

(3) He dicho claramente cambismo poético y añadiré que me refiero aquí solo a la poesía escrita y no considero en lo absoluto a la poesía cantada (por eso hablo de libros y no discos) El cambismo, en tanto incorporación, consciente o inconsciente, sistemática o informe de los elementos de la cultura de los cruceños, es un fenómeno que atraviesa toda la cultura cruceña y no se limita en lo absoluto a la poesía escrita. En la canción, en la pintura, en el teatro, en el cómic, en todos lados, en todos los lenguajes o sistemas semióticos en que los cruceños se expresan, el cambismo ha sabido hacerse presente y dar su batalla estética.

(4) Aquí hablo exclusivamente de la poesía para ser leída y no me refiero en lo absoluto a la poesía para ser cantada. En la canción, las cosas suceden de hecho, de un modo diferente. Ya desde la guerra independentista, Cañoto inaugura en la canción, la poesía cambista democrática. Es en la poesía escrita o para ser leída, que el cambismo poético recién empieza a dar su batalla clara de 1900 en adelante – lo que no quiere decir que no haya habido ejemplos anteriores. Parece que los lechuceros y sin duda Herrera, estaban ya en esto del cambismo antes de que se publicara en 1900 el célebre "amor de un campestre" de Rivas.

(5) Herrera era un poeta satírico, que al igual que los "lechuceros", contemporáneos suyos, echaba mano de un lenguaje callejero que ofendía la sensibilidad de la crítica "seria". Por eso Julio Salmón no lo incluyó en su antología de cruceños notables. Humberto Vásquez saldría en su defensa, sin embargo, aclarando que la actitud de Salmón no era sino un prejuicio que no tenía ninguna validez en la historiografía. Digamos de paso, que Montesinos es el único poeta de la nueva camada que conozco, que se ha interesau por rastrear muy conscientemente, incluso la herencia de los lechuceros.

(6) No hablo más que de los poemarios que mencioné. La poesía métrica rimada o no, y la rima, libre o métrica, también se practica, aunque minoritariamente, en la poesía cruceña. Así por ejemplo, hace poco tuvimos como un breve momento jaiquista, gracias a las iniciativas de Bustillos y Andrade, así como de Molina, quien publicó un poemario basado en la métrica japonesa del jaicu.

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